Hoteles
Alejandría, Asuán, El Cairo, El-Gouna (Mar Rojo), Luxor, Al-Qasr (Oasis de Dajla), Bawity (Oasis de Bahariyya), Oasis de Farafra, Oasis de Siwa.
Alejandría
Le Metropole ****
Le Metropole Hotel ocupa un edificio del siglo XVIII con una decoración clásica y unas vistas impresionantes del Mediterráneo.
Windsor Palace ****
Otra de las instituciones de Alejandría con solera. El Windsor Palace Hotel fue construido en 1907.
Cecil Hotel ****
El Steigenberger Cecil Hotel ofrece vistas a la bahía y presenta arquitectura y diseño elegantes de las primeras etapas del modernismo.
Asuán
Basma Hotel ****
El Basma Hotel está situado en la colina más alta de Asuán y ofrece vistas espectaculares al Nilo.
Pyramisa Isis Island Resort & Spa *****
Este complejo está ubicado en medio del Nilo, en una isla cerca del centro de Asuán.
Helnan Aswan *****
El Helnan Aswan Hotel está situado junto al río Nilo y ofrece unas vistas preciosas al río y a las Tumbas de los Nobles, en la orilla occidental.
New Cataract *****
Este hotel comparte con el Old Cataract los jardines, la piscina y las terrazas.
Old Cataract Hotel *****
El Old Cataract es una suntuosa mansión morisca situada en unos bellos jardines de un promontorio rocoso sobre el Nilo.
El Cairo
Pension Roma
Éste es el más atractivo de los hoteles económicos de El Cairo.
Cosmopolitan Hotel ***
Este magnífico edificio de estilo Art Nouveau contiene muebles antiguos de color oscuro y lacados, baños con azulejos y bañeras, así como muchos detalles de aquella época, aunque complementados con comodidades modernas.
Talisman Hotel ***
El Talisman Hotel de Charme es exactamente eso, un pequeño hotel con un maravilloso encanto en pleno Downtown Cairo.
Novotel Cairo El Borg ****
El Novotel Cairo El Borg se encuentra en el centro de El Cairo, en la isla de Zamalek. Dispone de un restaurante en la azotea con vistas espectaculares.
Ramses Hilton *****
Ubicado a 5 minutos a pie del Museo de Antigüedades, ofrece habitaciones con vistas panorámicas del Nilo.
Grand Nile Tower Cairo *****
El Grand Nile Tower, situado en la isla de Roda, ofrece suites y habitaciones de lujo con vistas al río Nilo.
Conrad Cairo *****
El Conrad Cairo es un hotel de lujo de 5 estrellas, situado en el centro de El Cairo, que ofrece habitaciones de lujo con balcón privado con vistas al río Nilo.
Sofitel El-Gezirah *****
El Sofitel Cairo El Gezirah es un hotel de lujo de 5 estrellas, con paseo privado a lo largo del Nilo y una magnífica piscina al aire libre.
Cairo Marriott *****
El palacio (amueblado con antigüedades) y sus casi 2,5 hectáreas de jardines forman el núcleo del establecimiento, mientras que dos modernos edificios albergan las habitaciones, todas con vistas al Nilo.
Fairmont Nile City *****
El Fairmont Nile City Hotel dispone de una maravillosa terraza en la azotea con piscina y vistas espectaculares a El Cairo y las Pirámides.
Four Seasons Cairo at Nile Plaza *****
El Four Seasons Cairo at Nile Plaza cuenta con instalaciones de spa de lujo y una zona de piscina exterior con plantas.
Four Seasons Cairo at the First Residence *****
El Four Seasons Cairo at the First Residence está situado en el barrio de Giza, junto al Nilo, y ofrece vistas impresionantes al perfil urbano y a las Pirámides, un spa de servicio completo y una piscina al aire libre.
Mercure Cairo Le Sphinx *****
El Mercure Cairo Le Sphinx está situado en un jardín de palmeras exuberantes, al pie de las Pirámides de Gizah.
Le Méridien Pyramids Hotel & Spa *****
Le Méridien Pyramids Hotel & Spa ofrece unas vistas magníficas a las majestuosas Pirámides de Giza. El spa Explore de Le Méridien Pyramids cuenta con gimnasio, bañera de hidromasaje, sauna y servicio de masajes.
Mena House *****
Este antiguo pabellón de caza convertido en un suntuoso hotel de lujo está en una inmejorable ubicación, junto a las Pirámides. El interior es una opulenta fantasía oriental y tiene unos hermosos jardines con una gran piscina.
El-Gouna (Mar Rojo)
Captain’s Inn ***
Este hotel goza de vistas al precioso puerto deportivo de Abu Tig y se encuentra a poca distancia de la playa.
Sultan Bey Resort ****
Este complejo de 4 estrellas ofrece vistas a las hermosas lagunas de El-Gouna.
Sheraton Miramar *****
Este cinco estrellas de color pastel, especie de fantasía posmoderna del desierto, es un proyecto del famoso arquitecto Michael Graves que cuenta con todos los lujos que cabe esperar.
Luxor
Nur El-Qurna
Pequeño y singular hotel en un edificio de adobe situado en un palmeral.
Iberotel Luxor ****
Ofrece habitaciones con balcones privados y vistas a las colinas de Tebas.
Al-Moudira *****
Tranquilo y romántico, con jardines fragantes y vistas de las montañas desiertas al Sur de Tebas.
Sofitel Winter Palace *****
Construido para atraer a la aristocracia europea, el Winter Palace (Old Wing) es uno de los históricos de Egipto.
Bawity (Oasis de Bahariyya)
Qasr El-Bawity
Habitaciones de piedra revestida, techos abovedados y muebles ornamentados.
Oasis de Farafra
Badawiya Farafra
El Badawiya Farafra Hotel es un edificio de abobe, diseñado con buen gusto, en la carretera de Bahariyya a Dakhla.
Al-Qasr (Oasis de Dajla)
Badawiya Dakhla
Edificio tradicional de barro cocido en los alrededores de Al-Qasr, en el oasis de Dakhla.
Desert Lodge
Cuidadosamente diseñado, esta fortaleza de adobe corona la colina en el extremo norte de Al-Qasr, con vistas al pueblo medieval.
Oasis de Siwa
Shali Lodge ***
El Shali Lodge es un lugar tranquilo y de buen gusto, al estilo de los antiguos hoteles pequeños.
Taziry Ecolodge
Tranquilo y relajado, sin electricidad, el Taziry Ecolodge es un lugar magnífico donde esparcirse y saborear la magia de Siwa.
Shepheard’s Hotel
Frecuenté mucho el hotel Shepheard’s durante los años en que estaba escribiendo Le Tarbouche. Con esto quiero decir que soñé con tal cosa muchas veces cuando me veía obligado a recurrir a los archivos, pues este legendario establecimiento había desaparecido tres décadas atrás en dramáticas circunstancias. Fue el antepasado de todos los grandes hoteles de Egipto: el Mena House y el Heliopolis Palace en El Cairo, el Winter Palace de Luxor o el Old Cataract de Asuán.
Hijo de un agricultor inglés, Samuel Shepheard no tenía ni la menor idea de hostelería cuando desembarcó en El Cairo en 1841. Comenzó echándole una mano a un compatriota dueño del British Hotel, pero cuya principal dedicación consistía en organizar actividades para los viajeros de las Indias que seguían la ruta de Suez. Cuatro años más tarde, el cartel había cambiado: ahora podía leerse “Shepheard’s Hotel”. Inicialmente instalado en la plaza Ezbek (Ataba El-Khadra en la actualidad), el establecimiento, que pronto iba a prosperar, no tardaría en trasladarse al palacio de la princesa Ezbékeya. Éste fue el palacio que Bonaparte eligió como cuartel general, y en el que Kléber fue asesinado. En su hermoso jardín, en donde brincaban los antílopes, los clientes de Samuel no se privaban de visitar el sicomoro tras el cual se había escondido el asesino.
El hotel era en especial apreciado por la elegante terraza que daba a la calle, flanqueada por dos pequeñas esfinges de piedra. Verdaderamente, se trataba de un maravilloso puesto de observación, desde donde Théophile Gautier vio desfilar a todo El Cairo bajo sus pies en 1869, tras una estúpida fractura de clavícula que le redujo a la inmovilidad. El último capítulo de Oriente se titula por lo demás “Lo que puede verse desde el hotel Shepheard’s”.
El edificio por sí mismo no tiene un aspecto demasiado interesante. “Se trata de un enorme convento, con escaleras y corredores mal iluminados, y cuyas habitaciones cerradas (sic) recuerdan a celdas monásticas”, escribiría otro visitante francés (Charles Blanc, Voyage dans la Haute-Égypte, 1876).
Con el paso de los años, el Shepheard’s se hizo más grande y se modernizó. Enseguida contará con electricidad. Su famoso Morish Hall, coronado con una cúpula gigante, estaba decorado con arabescos, celosías, alfombras persas y mármol rosa. La recepción con baile que se daba anualmente abría la temporada de invierno de El Cairo.
Llamado a fundar la ciudad de Heliópolis, el barón Édouard Empain se alojaba en el Shepheard’s, que convirtió en la sede social de la Cairo Electric Railways and Heliopolis Oases Company, constituida en 1906, y cuya sede administrativa se encontraba en Bruselas: de esta manera podía escabullirse del fisco belga… Con el tiempo, los libros de honor del hotel se fueron enriqueciendo con las rúbricas de numerosos personajes célebres y de algunas cabezas coronadas. Entre otros, puede encontrarse el autógrafo de Stanley, que aprovechó un alto en El Cairo, entre dos períodos de exploración del África negra, para redactar sus Memoires d’Emine pacha.
Paul Morand, en 1938, con tono algo sarcástico, escribía en Méditerranée, mer des surprises: “Me encanta también, tras pasar una mañana en el museo, descansar a la sombra del gran entoldado del Shepheard’s, con el casco entre las rodillas y una copa en la mano. El Shepheard’s es un viejo hotel inglés, caro, poco confortable, decorado al estilo de Las Mil y Una Noches, que no se querría ni siquiera en Hollywood para rodar Kismet; vuelve la espalda al Nilo y a la naturaleza, prefiriendo mirar hacia la calle como cualquier buen anciano oriental que se precie… Me gusta ver deambular entre los sillones al anciano que esconde polluelos vivos bajo la camisa: así sorprende a los jóvenes ingleses en pantalón de montar, a los turistas nórdicos previsores (con su cantimplora y el termo en bandolera), a los oficiales británicos vestidos para jugar al polo, a los viejos banqueros norteamericanos saturados de esfinges y de jeroglíficos que se sumergen tanto en la lectura del Stock Market como en las más refrescantes aguas. Unos niños con la cabeza rapada venden guisantes olorosos ya pasados; algunos arrieros ofrecen hachís o, envuelta de forma cuidadosa y a escondidas, la cabeza de algún faraón robada en las excavaciones del sur”.
El 26 de Enero de 1952 sobrevendría el drama. El Cairo fue el blanco de las iras de los amotinados, que apuntaban en especial a los establecimientos extranjeros. Un comando penetró en el Shepheard’s, se apoderó de todo cuanto encontró (muebles, alfombras, cortinas y mesas) e hizo con ello una enorme pira en el vestíbulo principal. La gran cúpula se hundió. Los clientes huyeron como pudieron. Una mujer en pleno ataque de nervios se lanzó desde el tercer piso. Cuando por fin intervinieron los bomberos, les agujerearon las mangueras. Por la noche el mítico hotel ya no era más que un montón de ruinas.
Una sola de las trece cajas fuertes fue destruida por las llamas: precisamente la que contenía los dos libros de honor, es decir, toda la memoria del Shepheard’s. Pero en 1957, mientras un nuevo edificio se inauguraba, en esta ocasión a orillas del Nilo, -un palacio de nueve pisos, equipado con aire acondicionado-, se descubrió en Zurich un tercer libro de honor, propiedad personal de uno de los antiguos directores del hotel, Freddy Elwert; éste se lo había llevado consigo al salir de Egipto poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Esto es todo cuanto queda hoy del Shepheard’s de antaño.
“Diccionario del Amante de Egipto” (2001). Robert Solé