Oasis de Siwa
Hoteles Oasis de Siwa - Sunt Viajes Egipto
- SHALI LODGE ***
- TAZIRY ECOLODGE
Hay desiertos y desiertos. Pero el desierto Occidental (o Líbico), una vasta extensión que arranca de la orilla oeste del Nilo y se adentra en Libia, es el desierto de los desiertos.
«Libian Sands – Travel in a Dead World»
Ralph Alger Bagnold (Plymouth, England 1896 – 1990)
SHALI LODGE ***
El Seboukha St., Siwa.
El Shali Lodge es un lugar tranquilo y de buen gusto, al estilo de los antiguos hoteles pequeños. Es pequeño pero bonito y se encuentra en una pequeña plantación de palmeras a unos 300 metros de la plaza principal.
Las palmeras son un rasgo distintivo del edificio y las siete habitaciones grandes que tiene se organizan formando una especie de patio en torno a una piscina pequeña bordeada de piedra.
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El muy fértil y productivo oasis de Siwa, en el Desierto Occidental, es famoso en todo el país por sus dátiles y aceitunas. Se encuentra a 305 km. al suroeste de Marsa Matruh y 550 km. al oeste de El Cairo, cerca de la frontera con Libia. Está 12 m. por debajo del nivel del mar, en una depresión de entre 9 y 28 km. de anchura, que tiene 80 km. de longitud.
Siwa es uno de los lugares más pintorescos e idílicos de Egipto. Con el impresionante telón de fondo de las montañas erosionadas y el mar de dunas de arena, parece un auténtico espejismo. Sus palmeras de dátiles verdes dan sombra a aldeas de adobe comunicadas por arroyos, fuentes y jardines frondosos.
Siwa se encuentra en la antigua ruta de caravanas que pasaba por Qara, Qattara y Kerdassa (cerca de El Cairo) y terminaba en Menfis. Sin embargo, durante siglos han sido pocos los viajeros que se han aventurado a adentrarse en este oasis apartado, aparte de caravanas antiguas y y ocasionales peregrinos que paraban allí de camino al oráculo de Amón. Aunque el islam y los árabes se adentraron hasta este punto tan alejado del desierto, el aislamiento de Siwa permitió que sus habitantes, mayoritariamente de habla bereber, conservaran muchas de sus antiguas tradiciones y costumbres.
Siwa tiene una historia larga y antigua, pero se sabe poco de sus primeros pobladores. Los restos de sílex hallados en el oasis prueban que estuvo habitado desde el Paleolítico y el Neolítico, pero por lo demás, su prehistoria sigue rodeada de misterio.
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TAZIRY ECOLODGE
El Maraky Village, Siwa Oasis.
Tranquilo y relajado, sin electricidad, el Taziry Ecolodge es un lugar magnífico donde esparcirse y saborear la magia de Siwa.
El Taziry (que en siwi, el dialecto bereber de Siwa, significa “Luna”) está construido al estilo tradicional de Siwa y tiene habitaciones grandes decoradas con artesanías locales y alfombras beduinas.
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El Taziry Ecolodge está construido con materiales naturales, de acuerdo con la tradición de Siwa. Tiene vistas a los palmerales, al lago de Siwa (Birket Siwa), al monte Blanco (Adrere Amellal) y al Gran Mar de Arena.
Las habitaciones del Taziry son amplias y lujosas. Todas incluyen balcón, baño privado y velas y lámparas de aceite para iluminar la estancia.
El restaurante ofrece especialidades de Siwa y platos marroquíes elaborados con productos orgánicos frescos.
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Los monumentos más antiguos del oasis de Siwa (entre ellos el Templo del Oráculo) datan de la dinastía XXVI, cuando Egipto fue invadido por los asirios. Por aquel entonces, el oráculo de Amón de Siwa ya era famoso, y los egiptólogos sospechan que se remonta a principios de la dinastía XXI, cuando los sacerdotes y oráculos de Amón impusieron su fe por todo Egipto.
El poder del oráculo y la fama de Siwa se propagaron por el mundo antiguo. El joven conquistador Alejandro, en el año 331 a.C., dirigió una pequeña partida de hombres en una expedición por el desierto que duró ocho días, con el fin de plantearle una consulta. El objetivo de Alejandro, que al parecer consiguió, era confirmar que era hijo de Zeus, así como la creencia tradicional de que, como nuevo faraón de Egipto, también era hijo de Amón.
La llegada de los romanos y la progresiva decadencia de la fe en los oráculos contribuyeron a que Siwa cayera en el olvido, aunque los sacerdotes siguieron adorando a Amón hasta el siglo VI. No hay pruebas de que el cristianismo se desarrollara allí, y aunque el islam llegó después de 641, todo lo que se sabe de la vida medieval del oasis es que, entre los siglos IX y XIII, la población se redujo a unos doscientos habitantes. Ocupaban la aldea fortificada de Shali y progresivamente fueron incrementando sus riquezas gracias al comercio de sus cosechas de dátiles y aceitunas con el valle del Nilo, el Fezzán libio y los beduinos.
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